jueves, 2 de junio de 2016

Elaboración de la ganadora en Arriaca

Está a punto de salir al mercado la cerveza ganadora del IV Concurso Homebrewer. Matmor Elephant´s Choice, una IPA de 80 IBUs llena de lúpulos, que ha sido elaborada hace unas semanas en las instalaciones de Arriaca por sus creadores (y ganadores de la Botella de Oro del concurso). Aquí dejamos su narración y fotografías (ampliables) de la experiencia, para ir abriendo boca.



Llegada a Arriaca a las 6 de la mañana. José Ángel y Félix ya tenían todo en marcha (más lo preparado el día anterior) para comenzar la elaboración. Es una fábrica amplia y limpia, impoluta, con todo bien dispuesto y organizado, cómoda para trabajar y hacer lo que más nos gusta: elaborar cerveza.

El agua ha sido ajustada con las sales necesarias para que la levadura tenga más nutrientes y mejore su floculación. Este tratamiento se hace imprescindible en la elaboración en la fábrica, no tanto en la casera, ya que nosotros lo hacemos en contadas ocasiones.

Cuando el liquor alcanza su temperatura óptima, comenzamos con el molido. Molino eléctrico y mascarilla para moler varios cientos de kilos de malta en poco más de un rato. Da gusto ver cómo baja la malta en la tolva, sin tirar de manivela.



Con la malta en el macerador-hervidor, hay que sacarle el jugo al grano. Serán 50 minutos de macerado, mucho menos de los 80 que utilizamos en la elaboración casera. Pero que serán más que suficientes. Nos asomamos curiosos a la cuba, avisados de tener cuidado al hacer fotos, ¡no se nos vaya a caer nada dentro!



Acabado el macerado, se saca una muestra para analizarla en el laboratorio de la propia fábrica. Se mide el pH ajustando la temperatura. El resultado es el esperado. Qué distinta de nuestras mediciones caseras con las tiras de papel reactivas.

Hay un control total de todos los parámetros a lo largo del proceso, mucha profesionalidad y cuidado de verificar que todo esté yendo bien, amén de la limpieza, que está presente en todo momento. Vamos a aplicar más de una, dos y tres cosas que hemos visto, que no están de más aunque sea a nivel cervecero casero.



Toca sacar el bagazo. El resultado es excelente, ha quedado muy arenoso, nada pegajoso. Se le ha sacado hasta la última partícula de azúcares fermentables. Una envidia conseguir un rendimiento así. En nuestro caso siempre quedan fermentables en el bagazo, aunque vamos mejorando y a nivel casero el rendimiento siempre será inferior.

El bagazo se donará a una granja escuela. Estos son pequeños actos de una empresa que no se cuentan mucho y deberían saberse, igual que tampoco se cuenta como otras grandes cerveceras industriales lo que hacen es vender el bagazo. Un negocio es un negocio, pero hay acciones que denotan la actitud ante el mismo, y la de ganar hasta el último céntimo posible hace dudar de si no aplican la misma filosofía en la elaboración del producto…



Tras el filtrado, devolvemos la chicha a la cuba para comenzar el hervido y el festival del lúpulo comienza. La cámara del “tesoro” se abre y comienzan las múltiples adiciones de lúpulo a lo largo de todo el hervido. Nos aferramos al cubo y olisqueamos el ambiente. ¡Esto va muy bien!

Fin del hervido. Llega el momento del whirlpool, enfriado y trasvase al fermentador. El enfriado se efectúa con un enfriador de placas interpuesto entre la cuba de hervido y fermentador, de manera que se vierte al fermentador la cerveza a la temperatura óptima, en un circuito cerrado. Con nuestro serpentín tardamos -un poco- más y hacemos el trasvase en abierto, con los riesgos que ello implica la exposición al aire del garaje.




Vaciada la cuba, se tira la suciedad/trub al desagüe y se procede de inmediato a lavar y limpiar el equipo. Puede verse que ha quedado una cerveza muy limpia. Una muestra vuelve al laboratorio. Todo ha salido perfecto, tiene el mismo color y densidad inicial que la receta que hicimos en casa. A falta de probarla cuando toque, ¡por ahora lo han clavado!



En este fermentador, el número 1, está la cerveza. Tras unas cuantas semanas, sangrados de levadura y dry hopping potente, será embotellada y esperamos que sea del gusto de todo el que la pruebe.

Ha sido un día único y muy especial para nosotros. Ver cómo trabajan José Ángel, Félix y Sergio (y el resto de equipo de Arriaca) fue muy inspirador para seguir en nuestra pasión de hacer cerveza. Nos explicaron todo el proceso, múltiples anécdotas y atendieron todas nuestras preguntas. Ha sido un verdadero placer pasar este día cervecero con ellos. Es de agradecer un premio así por parte de Arriaca, los chicos de La Tienda de la Cerveza y El Jardín del Lúpulo. ¡¡Qué aprendan los “grandes”!!



Agradecemos los agradecimientos y esperamos impacientes verla en el mercado y probarla. Todo apunta a que estará a la altura de lo que esperamos de ella. Tú no te quedarás sin probarla, ¿no?

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