martes, 19 de febrero de 2019

Explicando el “Estilo invitado” de la 7ª Edición: 18B - American Pale Ale

¿Queréis que os contemos algo sobre el estilo elegido este año para optar a un premio extra?

El 18 de abril de 1775 Paul Revere, un discreto orfebre, galopaba de madrugada por los caminos desde Boston hasta Concord avisando a los demás colonos de la llegada de las tropas inglesas. Al final de su recorrido le esperaba Samuel Adams, un mal recaudador de impuestos, hijo de un fabricante de cerveza y uno de los padres fundadores.

Este evento supone uno de los hitos de la Revolución americana, y el comienzo de la independencia de la colonia frente a la metrópoli. Para celebrar esta efeméride, 200 años después, la cervecera Anchor presentaba su Liberty Ale, un perfecto ejemplo de la evolución y adaptación de un estilo inglés a los tiempos y productos de una nueva época (la primera American Ale moderna, según el propio Michael Jackson).

Este estilo marcó el inicio de la revolución cervecera americana que a día de hoy sigue los estableciendo las vías de innovación de este sector: pequeñas fábricas que reconocen el valor de la tradición pasada, apoyándose en los aromáticos lúpulos americanos y sin miedo a la innovación.

Aunque ahora se considera que la Liberty Ale es una IPA, y que de ella nacieron todas las demás (se elabora desde 1975), en un principio no se denominaba así, y en ella se inspiró la que se considera la más característica del estilo, la Sierra Nevada Pale Ale.

En comparación a sus “hermanas” británicas, las American Pale Ale (APA) tienden a tener un mayor grado alcohólico, mayor contenido en lúpulo, sobre todo en adiciones tardías, y una mayor carbonatación para adaptarse a los requisitos del público local (que estaba muy influenciado por las lagers).

Una American Pale Ale clásica estará en torno al 5% ABV, que se obtendrán en su mayor parte de malta de cebada pálida con pocas maltas especiales (algunas maltas crystal son adecuadas al estilo) y sin añadir azúcares. Lúpulos como Cascade, Centennial, Chinook o Columbus impartirán aromas cítricos, más aún por su adición en los últimos minutos del hervor o en el dry hopping. La levadura empleada será habitualmente limpia, ya que no se esperan esteres o sabores prominentes impartidos por este ingrediente.

Hay muchos ejemplos de este estilo: algunos americanos, como la citada Sierra Nevada Pale Ale o la Stone Pale Ale, y otros europeos o incluso españoles, como la DouGall’s Happy Otter, que os recomendamos probar si no lo habéis hecho.

American Pale Ale

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